Clasificación de la piel

La piel en cuanto a la estética se refiere, se clasifica en tres grandes grupos que debemos matizar debido a la variedad de tipos intermedios de la piel.


Los tres grandes grupos en los que de manera clásica se ordenan son:

1 Piel Normal
2 Piel Seca
3 Piel Grasa

Ahora bien, esta clasificación de la piel es valida para la elección de algunos productos de belleza, pero no en los tratamientos. En estos concretar la clase de la piel es fundamental.
Además de esta clasificación todas estas pieles pueden presentar otras anomalías a si como por ejemplo tener zonas grasas o secas con lo cual del diagnóstico de la piel sería una piel mixta grasa o mixta seca. Una clasificación más completa de la piel es la que incluye otros aspectos como por ejemplo:

1 Piel deshidratada.
2 Piel sensible.
3 Piel desvitalizada.
4 Piel gruesa.
5 Piel fina.

Características más comunes:

Piel Normal: es el ideal de piel por su aspecto liso, naturalmente coloreado, con poros cerrados y un aspecto general aterciopelado. Estas condiciones, de gran equilibrio y perfecto desarrollo de las células se suele dar en los niños que aún no han alcanzado la pubertad.
Los cuidados de la piel normal deben limitarse a una buena limpieza y atenciones muy suaves.

Piel Seca: carece de la suficiente grasa y humedad. Su aspecto es excesivamente terso, falto de elasticidad.
Presentará con más facilidad arrugas sobre los labios, bolsa debajo de los ojos y las llamadas patas de gallo.
Trastornos internos y externos, emotivos provocan este resecamiento de la piel que pueden corregirse mediante la aplicación de cremas nutritivas y una correcta alimentación, ingiriendo en mayor proporción alimentos frescos como vegetales y frutas eliminando el café, el tabaco y las bebidas alcohólicas, es un cutis carente de brillo.

Piel Grasa: la característica más visible de la piel grasa son los poros abiertos y cutis brillante. Se trata de una piel gruesa en la que las glándulas sebáceas tienen un mayor volumen.
La piel grasa puede provocar problemas cutáneos como los puntos negros (comedones), pequeños furúnculos y una gran proporción de acné.
Necesita muchas atenciones y una dieta equilibrada en la que no entran alimentos grasos. El reposo físico y una buena respiración colaboran en su mejoría.
Al ser una piel más gruesa es más resistente al frío y menos propensa a las arrugas.
Cabe añadir a esta primera clasificación los cutis mixtos. Como Su nombre lo indica son pieles que comparten distintas zonas.


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